Armani, "Re Giorgio", deja un legado de elegancia atemporal

ROMA.Celebre por redefinir la moda con sobriedad y sofisticación, Armani fue más que un diseñador: fue un referente cultural que vistió a estrellas de Hollywood y mantuvo su marca independiente durante cinco décadas. Tributos de figuras como Donatella Versace y Juliá Roberts celebran el peso histórico de su obra.

Todo comenzó con la chaqueta. Giorgio Armani torció y desarmó esa prenda angular ,quitó las hombreras, ajustó las proporciones, movió los botones, hasta transformarla en algo tan flexible como un cárdigan y tan liviano como una camisa. “Eliminar toda rigidez de la prenda y descubrir una naturalidad inesperada”, diría años más tarde. “Ese fue el punto de partida de todo lo que vino después”. 

Su relectura de la chaqueta en los años setenta ,un ejercicio de desenfado, fue su manifiesto de intención como diseñador. Para Armani, la elegancia significaba simplicidad. Ese principio, aplicado a lo largo de cinco décadas, lo llevó a crear trajes minimalistas convertidos en best sellers y a transformar su marca homónima en un conglomerado global que produjo alta costura, prêt-à-porter, perfumes y hasta mobiliario. 

Conocido en la industria como “Re Giorgio” (Rey Giorgio), Armani se convirtió en sinónimo de estilo italiano, vistiendo a toda una generación de mujeres exitosas y a hombres que buscaban dejar atrás la rigidez de la vestimenta clásica Armani combinó la sensibilidad del creador con la precisión de un ejecutivo. Dirigió un negocio que generaba miles de millones de dólares al año y ayudó a consolidar la moda italiana contemporánea como fenómeno global.

A pesar de su fama, defendió con celo su privacidad y mantuvo el control total de la empresa que fundó, preservando siempre su independencia, rodeado de familiares y colaboradores de confianza. Dueño de una imagen personal inconfundible ,ojos celestes, cabello plateado, porte impecable, solía repetir que la moda debía hacer sentir bien a las personas, y se rebelaba contra las líneas rígidas y pretenciosas de la sastrería tradicional. 

“Es una debilidad que atraviesa mi vida y mi trabajo”, confesó en Made in Milan, el documental de Martin Scorsese sobre su figura en 1990. “Siempre estoy pensando en añadir o quitar algo. La mayoría de las veces, en quitar”. 

El jueves 4 de septiembre, su compañía confirmó su fallecimiento a los 91 años. Armani partió como vivió: rodeado de sobriedad y elegancia, dejando un legado imborrable en la historia de la moda.

Las expresiones de dolor y admiración se multiplicaron en todo el mundo:
 • Giorgia Meloni, primera ministra italiana: “Con su elegancia, sobriedad y creatividad, supo dar prestigio a la moda italiana e inspirar al mundo entero. Un ícono, un trabajador incansable, símbolo de lo mejor de Italia. Gracias por todo”.
 • Martin Scorsese, director de cine: “Giorgio era más que un diseñador de ropa. Era un verdadero artista, y uno grande. Sus diseños son genuinamente elegantes, intemporales, hechos para vestir y resaltar la elegancia natural de las personas”.
 • Valentino Garavani, diseñador: “Lloro a alguien a quien siempre consideré un amigo, nunca un rival. Solo puedo inclinarme ante su inmenso talento y su lealtad inquebrantable a un estilo: el suyo propio”.
 • Donatella Versace, diseñadora: “Hoy el mundo ha perdido a un gigante. Hizo historia y será recordado para siempre”.
 • Bernard Arnault, presidente de LVMH: “Creó un estilo único que extendió la elegancia italiana a escala global. Fue también un verdadero amigo y un admirador de Francia”.
 • François-Henri Pinault, CEO de Kering: “Un visionario y empresario notable. Redefinió la elegancia con rigor e independencia. Su influencia seguirá inspirando a generaciones”.
 • Miuccia Prada y Patrizio Bertelli (Grupo Prada): “Un maestro reconocido por su creatividad, un protagonista indiscutido de la moda italiana e internacional. Su aporte perdurará en la historia de la moda y en la memoria de quienes lo admiraron”.
 • John Elkann, presidente de Ferrari y Stellantis: “Un gran emprendedor, un hombre sensible y refinado, y por encima de todo un mentor y amigo. Sus creaciones representaron la máxima expresión del gusto italiano, símbolo de elegancia y belleza atemporal”.

Armani fue el último gran representante de la generación dorada de diseñadores que surgió tras la posguerra, junto con Valentino y Versace. Su estilo ,sobrio, elegante y funcional, transformó la moda en una forma de libertad y autoexpresión. Hoy Italia y el mundo despiden a un artista irrepetible, cuyo nombre quedó asociado para siempre a la elegancia.